20 oct 2009

Por aquí, por favor, sean bienvenidos...

Antes de comenzar el recorrido por este modernísimo espacio turístico, es importante aclarar que la casa no se responsabiliza de los daños morales, éticos y sentimentales que el siguiente espacio pueda generarles.
Si caminan derecho por el pasillo podrán deleitarse, o no, con la locura de sentirse observados por un ojo que nunca se cierra.
A su izquierda, un camino marcado por acuarelas guiará su viaje mágico al pasado, realizando extensas y reiteradas escalas en los tiempos presentes.
A su derecha, permita a los personajes de este cuento mundano que lo sostengan. Si no puede mantener el equilibrio al detenerse, busque apoyo en algún elemento metálico, no fálico, adyacente y siga el recorrido a toda prisa.
Rogamos a los invitados, sepan guardar secretos en sus corazones pueriles y, sin caer en delirios, déjense asfixiar por la poesía que abraza.
Recordamos que esta visita es única y no permite reproductibilidad técnica, pero exige de nuevas visitas para habituar sus pasos a esta caminata veloz.
No abandone el recorrido a la mitad, exceptuando la posibilidad de malestar por la vivencia adquirida. No pierda de vista al grupo. No se detenga demasiado en atavíos. Quítese de encima las dudas que se le presenten consultando con su guía. Relájese. Disfrute. Su guía ya está caminando por el pasillo. Puede comenzar a seguirle usted también.
Por aquí por favor, sean nuevamente bienvenidos a esta aventura....

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